Existe un cliché: el internet es un infinito repositorio de información en donde podemos perdernos y confundirnos entre lo que es real e imaginario. Lo curioso es que conozco pocas personas que se aventuren más allá de la segunda página de resultados cuando buscan algo en Google 1.
Pero una de las cosas que me parecen en extremo positivas de este repositorio y que me da un poco de fe en la humanidad, es el hecho de hay individuos que por razones desconocidas comparten algo de su trabajo o área de expertise de manera gratuita para que cualquier otra persona del mundo que cuente con acceso a internet use ese contenido o información como más les convenga.
Hasta ahí todo suena muy lindo y digno de la Utopía de Moro; la cosa es que como los humanos somos complejos y a ratos bastante gandallas, un grupo de personas se unió y fundó una non-profit para poder delimitar ciertos términos y condiciones en los cuales el autor puede decidir exactamente cómo quiere compartir su trabajo con el mundo. Así fue como surgió Creative Commons, quienes definen su misión así:
Creative Commons es una organización sin fines de lucro dedicada a construir conocimiento y cultura en común y globalmente accesible. Facilitamos a las personas el compartir su trabajo creativo y académico, así como el acceso y el desarrollo sobre del trabajo de otros. Al ayudar a las personas y organizaciones a que compartan conocimiento y creatividad, buscamos construir un mundo más equitativo, accesible e innovador 2.
Cuando leo el párrafo anterior, me imagino música solemne…como un himno universal de internet.
Volviendo al tema: más allá de la misión de estos señores, lo que ha hecho muy popular al término creative commons, es el hecho de que otorgan licencias que “dan a cualquier persona y organización en el mundo una manera gratuita, simple y estandarizada de otorgar permisos de derechos de autor por trabajos creativos y académicos; asegura una atribución apropiada; y permite a otros copiar, distribuir y hacer uso de dichos trabajos” 3.
Si quieren conocer qué licencias existen y cómo funciona cada una, hagan click aquí.
Granito de arena
Ahora bien ¿por qué escribo tanto al respecto? Simple, esta semana decidí poner a disposición de quien quiera los siguientes tracks:
Como lo leen, si alguien quiere usar estos tracks para lo que sea, pueden hacerlo; simplemente vayan a mi perfil de Soundcloud, en el track de su preferencia seleccionen el botón que dice “More”, seleccionen “Download file”, pongan que el track lo hice yo (no sean gandallas) y listo.
Además de eso, como sí pienso que tenemos mucho de homo-videns 4 o al menos sí vivimos en una época en extremo visual, decidí buscar videos para ver si mis tracks podían acompañarlos. Acá abajo les dejo los resultados 5:
1
2
3
4
Conclusiones
Los tracks que puse a disposición del público en general los hice hace más de 7 años usando los loops que venían en Garage Band. Creo que las pistas ponen de manifiesto que gusto de escuchar música de varios estilos; de hecho los que me conocen saben que ahorita estoy re-traumada con la banda francesa Paradis.
Pero más allá de que sean pistas de mala o buena calidad, el punto fue compartir creaciones de forma gratuita, cosa que me parece interesante porque siento que estamos en una encrucijada entre lo que debe ser gratuito y lo que debe ser -bien- pagado. Ej: si todo el arte debe ser gratuito y de buena calidad ¿de qué viven los artistas? ¿quién les paga la renta, comida, etc, etc?
El formular ésta pregunta no es trivial; recuerdo que cuando di una propuesta para un proyecto en una fundación, la señora que me estaba escuchando descartó mi idea cuando mencioné que el artista debe cobrar por su trabajo. Por eso afirmo que creo firmemente que la creatividad y el trabajo de calidad cuestan. Eso me orilla a pensar que muchos que ponemos nuestra creatividad bajo una licencia de creative commons, lo hacemos bajo el entendido que son trabajos no usados, proyectos personales, pruebas, experimentos o pequeños fragmentos de algo más grande. De cualquier forma, siento que hay una pequeña satisfacción de cooperar con pequeños granos de arena al repositorio digital que es el internet…puede ser que nadie lo encuentre, pero uno nunca sabe a quién le podrá servir.
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Duele admitirlo pero ¿acaso usamos algún otro buscador? #monopolio ↩
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https://creativecommons.org/about/ Consultado 30 de octubre de 2019. Traducción al español mía. ↩
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Ibídem ↩
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Sartori, Giovani. Homo videns: la sociedad teledirigida. Ed. Debolsillo. ↩
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Los links para ver los videos originales los pueden consultar en la descripción de cada video en YouTube. ↩