Hay semanas gordas 1.
Mi semana pasada se sintió llena porque se estrenó música de mi autoría en estilos totalmente opuestos: por un lado, toqué dos movimientos y escuché una mini-obra de música “académica” y por otro, salió a la luz un video de agradecimiento para Instagram en donde compuse música más “comercial”. Mucha actividad, tiempo contado…por eso desaparecí y no publiqué esto antes.
Entonces querido lector, encuentre un lugar cómodo para leer unas cuantas líneas respecto a una semana llena de color rosa pastel, changos trabajadores y músicos narradores.
Rosa pastel para un correo electrónico
Hace unas semanas, di un vistazo a los libros que tengo en casa y entre ellos me llamó la atención uno color rosa pastel, en formato de bolsillo y con una textura suave y mate que invita a tomarlo; de esos que ves y se te antoja un chicle. Además del antojo, en mi rostro se esbozó una ligera sonrisa, ya que me recordó a un road-trip que hice a Querétaro con un buen amigo para asistir al CutOut Fest. El viaje tuvo de todo, ya que a mi carro le falló el motor casi llegando a Querétaro, entre otras cosas, pero lo trascendente para este post fue que durante nuestra asistencia al festival, pude obtener una copia del dichoso libro color chicle, el cual era un compendio de información impresionante sobre aquella edición del festival, ya que contenía los correos electrónicos de varios animadores, así como las semblanzas de los jurados 2.
Al ojear la fantasía rosa pastel, una entrada llamó mi atención: era el perfil de un dude mexicano que fue e hizo su estudio creativo aquí en México. Me pareció interesante, pero como muchas cosas, ahí lo dejé y regresé a mi día a día sin mayor reparo. El problema, querido lector, es que a ratos el inconsciente o vayan ustedes a saber qué cosa trae a la mente estos datos en momentos muy random, pues resulta que después de como un mes de mi ojeada, me animé de la nada a stalkear por internet 3 para después escribirles a los changos 4 en Memoma Estudio.
Changos
Y de repente ¡BOOM! resulta que son bien buena onda y después de platicar un rato con Feresh, resultó que el estudio quiso agradecer a sus fieles seguidores en las redes sociales el hecho de que llegaron a 4k en Instagram, por lo que me reclutaron para hacer la música de su video, el cual es una alegoría con la que muchos creativos nos identificaremos bastante. ¿Que acaso no es cierto que a ratos trabajamos como changos? ¿que acaso no les ha pasado que un feedback positivo, inesperado y honesto hace toda la diferencia para seguir adelante?
Pero lo que nos gusta son los resultados ¿no? Entonces acá abajo les dejo el video completo en el canal de Memoma Estudio; no olviden dar like para que todos los changos de éste lado de la pantalla saltemos de contento.
For Esmé
“…No importa, en donde sea que yo esté no pienso que sea el tipo de persona que no levanta ni un dedo para prevenir una boda del desastre. Por lo tanto, he escrito algunas notas reveladoras sobre la novia porque la conocí hace seis años. Si mis notas causan al novio, a quien no he conocido, uno o dos momentos de incomodidad, qué mejor. Nadie aquí tiene por objetivo el agradar. Más bien, realmente, de edificar, de instruir.” 5
J. D. Salinger (1919 - 2010) fue un escritor estadounidense de quien leí “The Catcher in the Rye” en un spree de avidez lectora en la secundaria del que no recuerdo más que destellos de la historia y ningún mensaje de trasfondo claro, pero el año pasado, tuve la fortuna de reencontrarme con él al leer sus nueve historias gracias un regalo que hizo mi amigo Leo 6, entre las cuales la llamada ”For Esmé - with love and squalor” me prendó y decidí intentar musicalizar alguno de sus cuadros a la manera del “Pierrot Lunaire”. Suena presuntuoso, pero realmente mi asesor de composición nos dijo que era requerimiento del tercer año de la licenciatura el componer algo con la ya famosa instrumentación de Schoenberg.
Terminé varios de sus movimientos o cuadros, que servían para ilustrar o complementar el desarrollo de la historia, pero se quedaron guardados en mi computadora. Me gustaría pensar que medio se empolvaron…pero realmente sólo quedaron como datos binarios sin ningún uso. Hasta que (entra sonido de Batman setentero) por fin me animé a buscar músicos para sonar dos cuadros y tocarlos en vivo. Estoy segura que está productividad de mi parte no tuvo nada que ver con que mi asesor nos mencionó que nuestra calificación dependía de estrenar obras……..
Fuera de bromas, debo decir que escuchar tu composición tocada por otros es una experiencia muy emocionante, enriquecedora y divertida. Más porque en ésta ocasión toqué el piano…(suspira) sí. De hecho, les comparto el link con el video con el ensayo del primer cuadro y el segundo cuadro
Agradezco infinitamente a: Diego Cifuentes (cello), Renata García (violín) y Aarón Heredia (clarinete) por compartir música conmigo.
Libros, después música
Para terminar, quisiera poner de manifiesto que las obras que les comparto hoy tuvieron como punto de origen o inspiración dos libros; distintos, pero libros al final. Pareciera que la letra escrita precede a la nota tocada y a la acción fuera de su ámbito inmaterial, evanescente e imaginario.
Coincidencias. ¿Por qué serán? No lo sabré, pero me alegra que esa semana haya hecho sentir todo su peso sobre mí. Peso que además fue nuevo, porque implicó caminar senderos antes desconocidos y construyó puentes que espero seguir fortaleciendo con futuras colaboraciones.
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Decirlo o imaginarlo dicho con tono chilango, pesado, con énfasis en la sílaba go pronunciada como güe. ↩
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Lo resalto porque en mi trabajo me inyectaron lo importante que son los avisos de privacidad y el manejo de datos personales. ↩
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Si alguien en Memoma lee esto: sépanlo, sí los stalkeé jaja. ↩
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Si siguen leyendo sabrán porqué los menciono como tales sin tapujos….aunque obviamente puedo editar esta mención. ↩
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Salinger, Jerome David. “Nine Stories by J. D. Salinger”. Bantam Books, October 1964, Boston, Massachusetts, E.U. pp. 87. Traducción al español por Pamela Soria. ↩
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Quien también me ayudó a crear ésta página y si lo hago enojar amenaza con bajarla jajaja. ¡Saludos! ↩