Como mencioné en Reinicio, aquí están los resultados de los experimentos que hice como parte de mi intento de volver a usar ésta plataforma para compartirles mis loqueras. Enjoy the Logos! 1
El proceso para obtener los resultados fue uno de repeticiones acumulativas; es decir, cada vuelta permitía cambiar y pulir algunos de los detalles, lo cual fue curioso: era dar vueltas alrededor de una misma idea, pero en cada giro se pulía o reforzaba el camino que se está marcando.
Caso 1. Lindo, pero…
El primer experimento se concibió mientras lavaba los trastes. Me imaginé una voz femenina diciendo el nombre de la marca como foco principal de atención. La idea fue que sonara agradable, moderno y dinámico.
Comencé grabando la voz, lo cual fue muy divertido porque en cada “toma” intentaba que se escuchara un enunciado agradable, amigable y formal. Para la música usé dos capas con diferentes rangos de frecuencia para que el audio logo sonara más “lleno”; también opté por no dejar que dichas capas entraran al mismo tiempo para dar la impresión de “movimiento”. Finalmente busqué un balance que me gustara y que también se escuchara decente en las bocinas de la compu o en el speaker del celular.
Pareciera que son demasiados tracks o detalles para algo que durará entre 2 y 3 segundos, pero veamos cómo suena para emitir un juicio:
No suena nada mal, pero:
- es complejo cuando el logo es simple y claro 2
- es muy electrónico cuando el logo se ve más orgánico
- cuando se ponen el logo y el audio logo juntos no funcionan; no empatan.
Caso 2. El orgánico 3
Éste experimento tuvo tres variantes y espero se diviertan como yo al escuchar la ligera pero evidente evolución en cada uno; para mi es como entrar en la mente y escuchar cómo mis ideas cambian mientras existen.
En cuanto al proceso, el error primordial del caso uno fue que usé instrumentos que suenan muy electrónicos y futuristas, por lo que para el experimento dos busqué el sonido del piano acústico como base. Mantuve la idea de usar dos capas de frecuencia, más no el orden ni las notas.
Evolución: primero salió una versión de 7 segundos porque no encontré como cortar el delay de un pad > decidí recortarla a como diera lugar y lo logré > como travesura agregué la misma voz del logo pasado con efectos distintos. A continuación los pueden escuchar en ese orden:
Tampoco suenan mal, pero:
- falta ser más transparente; más claro
- suena menos futurista, pero puede ser más natural y aún suena como logo de Intel 4
- quiero que suene una caja
Ésta última idea es un capricho de generación espontánea. Es lógica, porque si el logo tiene una caja y el nombre tiene una caja…¡hay que grabar el sonido de una caja! ¡GUARDIAS!
Caso 3. Caprichos
Para esta versión fui en búsqueda de cajas de diferentes tamaños para grabarlas; fue divertido tratar de dar musicalidad al proceso de abrir una cajas y puedo decirles que al final tuve varios samples que pueden usarse para hacer una batería -va y anota esto como posible proyecto futuro-. La hora para trabajar también fue interesante; por mi trabajo y demás suelo trabajar en la noche-madrugada, lo cual me ayuda porque hay mucho silencio y puedo grabar sin que el de los camotes llegue e interrumpa una toma.
Después de tener diferentes muestras de cajas grabadas, utilicé en síntesis la metodología acumulada en los intentos pasados: simple, transparente y con uso de piano acústico como eje. En esta ocasión decidí no usar la voz…pero puedo hacerlos después si quiero.
Aquí el resultado:
Conclusiones
Aunque espero poder escuchar sus comentarios de alguna forma, puedo decir que me siento satisfecha con los experimentos que hice, ya que su presentación y calidad es decente y afirmo que:
- hacer audio logos no es tan sencillo como parece,
- sí hay unos mejores de otros cuando tomamos en cuenta la imagen que se quiere dar a entender,
- efectivamente, es necesario hacer un análisis previo de la marca,
- echando a perder se aprende mucho.
Fuera de excusas para reinciar, éste ejercicio fue una investigación de sonidos y un intento por integrar el sonido a un logo, cosa que siento no se ha explotado lo suficiente y que es un probable futuro asset obligatorio para la identidad de una marca.
Curiosamente es lo que hacía falta a mi identidad online. ¿Acaso faltaba mi voz? Irónico y cursi, considerando que soy compositora. Viéndolo bien, ésta búsqueda fue muy fructífera porque me obligó a analizar mi imagen, discurso y objetivo; qué es, qué no es y porqué. Completó un vacío.
Todo suena filosófico, pero piénsenlo ¿qué sonido los definiría? ¿por qué? 5
Pausa dramática para que sí lo piensen.
Su sonido puede ser el del señor de los camotes si quieren…
Volver a intentar puede ser parecido a seguir la trayectoria en la circunferencia de un círculo o en la de una espiral. Un círculo cuando repetimos el camino una y otra vez de la misma manera ya que la forma nunca cambia; una espiral cuando cambiamos elementos en cada vuelta: la velocidad, el ángulo, la distancia…la visión. Volver a intentar el primero es una pérdida de tiempo, el segundo es una oportunidad de transformación.
Espero estar en evolución.
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El que entendió, entendió. Si pudieron reírse de mi chiste nerd pueden hacérmelo saber en Instagram ↩
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Esta observación se la debo a pichikamonster, quien fue muy amable en darme su opinión sobre los logos que había estado haciendo. La pueden visitar en Instagram ↩
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Si nos ponemos a pensar, el significado y uso de la palabra orgánico para cuestiones artísticas es muy particular para nosotros los millennials: ¿a qué nos referimos exactamente con eso? En esta ocasión yo uso ésta palabra para dar la imagen / idea de que ésta versión es más “natural”; es decir, busca el uso de sonidos de instrumentos acústicos. ↩
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Esta observación se la debo a leoc.at.null, quien está traumado con los sonidos de error de Windows y éste audio logo le suena a eso. Él también tiene Instagram. ↩
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También pueden agregarse: ¿para qué? ¿qué sentido tiene? et hoc genus. No hay una sola respuesta correcta, pero ahorita se me ocurre justificar diciendo que, como el arte, esto ayuda a dar coherencia y explicación a una parte de la realidad. ↩