¿Cómo medimos nuestra vida? ¿En dónde encontramos descanso? Preguntas filosóficas que tuve que confrontar y recordar durante el fin de semana y que Jaime Sabines me respondió hace ya varios años cuando compuse música para uno de sus poemas.
Ciclos
Hace algunos años me asignaron la tarea de hacer una exposición sobre el Dichterliebe de R. Schumann para la clase de análisis musical. La experiencia fue muy romántica para mi, ya que terminé enamorada tanto de éste ciclo como de la ideología detrás de la canción artesanal en la música clásica; su búsqueda para alcanzar una unión indisoluble entre una poesía y una composición musical que eleva todo a otro nivel de experiencia estética.
Desde ese entonces quise intentar componer música para alguna poesía de mi agrado; al principio la idea era tentadora e intimidante por la reverencia que le tenía a éste género musical, pero varios meses después sucedió que encontré una poesía que me pareció ideal: pensé entender realmente lo que quería decir y pude sentir la estructura musical que podría sostenerla. Acto seguido, me senté al piano y horas después había terminado el bajo cifrado y la melodía de la voz. Suena sencillo…y en cierto modo lo fue; creo que nunca podré explicar cuál es la emoción y el estado de tranquilidad que se siente cuando todo simplemente fluye.
Como leerán más abajo, la poesía en cuestión tiene un título que hace fruncir el ceño o hace pensar que cometí un error ortográfico; no, así está correcto. Curiosamente, la palabra no existe en el diccionario online de la Real Academia Española, pero creo que su sentido tiene que ver con el tiempo y lo que éste contiene: la naturaleza se mueve dentro de él, las emociones humanas y el descanso también ¡qué decir de la música y el sonido! cuya entera percepción se subordina a su paso. La vida y lo que usamos para medirla, está sometida al tiempo.
Horal, de Jaime Sabines 1
No recuerdo qué pensé durante mi primera lectura; no sé si lo que escribí líneas arriba es un cliché superficial…lo importante fue que la poesía me habló, compuse algo y me gusta. El estreno apenas vino el año pasado, cuando ya estaba estudiando composición musical formalmente, cuando ya no salía del cuarto cuando mi música era escuchada por otros 2 y cuando me animé a pedirle al tenor José Montañez 3 ensayos y un recital para presentarla.
Nuevos significados
El compartir ésta poesía, la composición que hice para ella y el video de su estreno vienen como anillo al dedo para mi, ya que este fin de semana me medí por lágrimas y estoy en medio de un descanso que se siente como la nada; como un momento de suspensión. Tuve un accidente en la bicicleta.
El resumen: salí volando, caí al suelo y derrapé un poco, buenos samaritanos me ayudaron, llamaron a la ambulancia y estuvieron conmigo todos las horas que pasé sobre aquella calle, no me rompí nada…sólo raspones, piel hinchada por el golpe y muchas lágrimas por el susto y el coraje. Nunca me había pasado. Éstos momentos me confunden: ¿es la vida diciendo que haga una pausa? ¿una mala vibra de alguien que no gusta de nuestros pasos? ¿un simple accidente? ¿una rara coincidencia? 4
Lo que es cierto es que esos momentos te confrontan contigo mismo; con la aparente realidad. Ahora no puedo explicar muy bien qué se movió dentro de mi, pero al leer la poesía la siento diferente: tiene otro significado. Lo que más me gusta es que ya no puedo leerla sin imaginar mi música, lo cual considero una pequeña victoria…ya ustedes me contarán si les pasa lo mismo.
Tengo la impresión de que cada quien escoge de manera inconsciente la forma en la que mide su vida; ésta medida o punto de referencia sale a la luz con lo que es importante para nosotros y así podemos encontrar el piso o la certeza en nuestra realidad. Yo aún no tengo claro cuál es mi punto de referencia, pero supongo que de eso se trata el vivir…y creo que son en los momentos de pausa o descanso -forzado o voluntario- en donde podemos reflexionar al respecto. Cuando estamos frente a la nada aparente, podemos medir todo con calma.
Dicho esto, les dejo el video para que escuchen mi creación; espero la disfruten.
Tenor, José Montañez
Piano, yo
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Sabines, Jaime. Recuento de poemas 1950-1993. Ed. Joaquín Mortiz, 2003, México. pp. 7. ↩
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No es exageración. Varias veces me iba del cuarto cuando le mostraba a alguien algo de mi autoría. ↩
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¡Gracias Pepeeeee! :D ↩
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Muchas preguntas…lo sé, pero realmente todo esto pasa por mi mente. Lo divertido es que nunca hay una respuesta. ↩